En realidad es un proceso bastante complejo el saber distinguir qué valores socialmente positivos y constructivos transmite una película y qué valores (o contravalores) perjudiciales para la sociedad subyacen en los mensajes y comportamientos de sus protagonistas.

Si tomamos el caso de las pelúculas de Walt Disney, analizando su extensa filmografía, podemos fácilmente detectar valores definitivamente positivos, valores como la fuerza de voluntad y la determinación en alcanzar los propios sueños. Estos son temas centrales de películas como “Buscando a Nemo” o “Alicia en el país de las maravillas” por citar sólo un par de títulos. La camaradería, la lealtad, la valentía, y muchos otros valores se encuentran muy bien reflejados en muchos de sus filmes.

Sin embargo, como ejemplo inverso, hay pensadores críticos que consideran que algunas películas Disney venden una imagen estereotipada de los personajes femeninos, dotándolos de una belleza muy perfecta que influye negativamente en la autoestima y percepción personal de las jóvenes.

Como se puede ver en este breve ejemplo, estudiar los valores que transmite el cine es un trabajo minucioso, reflexivo y que requiere de un pensamiento abierto y crítico. Muchas veces nada es tan blanco ni tan negro.